Kamis, 07 Juli 2011

Del "bachoco" y de trapos superabsorbentes

Desde el año pasado he tenido un problema con mi Chevy blanco 1999, el "Bachoco", automotor que me ha sido fiel y confiable por los últimos doce años. Resulta que el lado del copiloto, en la parte delantera, se moja la alfomrbra del piso cuando llueve. He buscado por dónde se mete el agua sin ningún resultado. Cubrí todo el cofre del auto y según yo, no entraba agua en la parte delantera, pero aún así, apareció el agua. (Y bien sabemos que el agua en estas condiciones es capaz de generar mal olor y terminar por arruinar la alfombra del auto. Así que si alguien tiene alguna idea de qué hay que hacer para solucionar el problema, pues escríbame con sus ideas).

Como la época de lluvias de hecho está empezando, me hice de una cubierta de 3 m cuadrados y eso, más el plástico que cubre el cofre, logré que ya no se filtrara el agua a la alfombra del copiloto, pero desde luego que esta solución sólo funciona si no voy a salir, pero si salgo y tengo que dejar el automóvil en alguna calle, entonces, si cae uno de esos chubascos, el lado derecho del auto aparece "inundado"(un par de cms. sobre el nivel de la alfombra, asunto por demás latoso y preocupante).

Por ello, ayer en Pabellón Polanco, encontramos con Pilar un puesto en donde venden unas "toallas" superabsorbentes llamadas "supershorby", que son un producto alemán. La chica que estaba demostrando el producto nos dijo que nos podía dar dos toallas grandes y dos chicas, por 400 pesos, pero "en una oferta de sólo este día", nos regalaba un segundo juego idéntico. Nos pareció caro y le dijimos que no, que muchas gracias. Entonces nos respondió: "a ver, chicos, les puedo dar por la mitad de precio el juego de dos toallas chicas y dos grandes". Bueno, 200 pesos ya parecía más razonable y pensé -y sigo pensando- que estas toallas es la solución para secar el auto en caso de que se filtre el agua. La verdad es que probé y la propaganda es cierta. Absorbe agua en serio y no gotea. Quién sabe qué tipo de material es, pero aparentemente al menos, funciona muy bien.

Lo simpático es que primero la vendedora nos quería realmente vender dos juegos por 400 pesos, pero como le dijimos que no, entonces cambió la oferta y se dividió entonces en 2 el costo. Me quedé con la duda de lo que hubiese pasado si hubiésemos dicho que no. Así que antes de irnos de Pabellón Polanco le pregunté y entonces me dijo que no, que ésa hubiese sido la última oferta.

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