Senin, 06 Juni 2011

Siguen las promociones telefónicas


Creo que la desgracia de los inventos modernos es que el ser humano ha perdido toda proporción en cómo deben usarse. Así, tenemos el correo electrónico, el cual es bombardeado contínuamente por cuanto spammer se le ocurre mandarnos información sobre venta de terrenos, granjas de avestruces, cursos de cuanta cosa inimaginable se les puede ocurrir, etc. Hay, por suerte, filtros para minimizar la problemática, pero es claro que se abusa de los beneficios del correo electrónico, empezando porque el enviar correos a quien se nos antoje, no nos cuesta.


Para lo mismo con el teléfono. De un tiempo para acá, muchas empresas venden sus listados de clientes a otras empresas, las cuales nos bombardean una y otra vez con ofertas que no podemos dejar pasar, que son únicas e irrepetibles. La realidad es que de nuevo, se usa el fantástico invento del teléfono para atosigar a quienes tienen que aguantar esas llamadas promocionales.

Hoy, por ejemplo, me hablaron de la tienda "El Palacio de Hierro", la cual me ofrece una tarjeta de crédito solamente para unos cuantos, es una tarjeta especial, la cual según entiendo, merezco por ser un cliente quizás muy sofisticado, que me gusta el buen vivir (¿y a quién no?) y que entiende que algunos beneficios son para unos pocos en la vida.

Cuando el promotor empezó con su perorata lo interrumpí. Le dije que no sabía de dónde había sacado mi número telefónico, porque yo no tengo tratos con el Palacio de Hierro y que además, no me interesaba su oferta. Ya le iba a colgar cuando me replicó: "¿podría saber las razones por las cuales no le interesa la oferta que le propongo?". Entonces le dije: "Mire: la razón es simple. NO ME INTERESA. Qué parte de esto no entiende?". Entonces parece que ya entendió. Me dijo "que tenga buena tarde y me colgó". Curiosamente a los dos minutos sonó de nuevo el teléfono. ¡Otro promotor del palacio de Hierro! Le dije que no me interesaba y le colgué.

Y esto me hace pensar que los promotores asumen que la gente que contesta está obligada a ser cordiales, porque finalmente creo que nadie quiere ser grosero gratuitamente. Y yo no soy grosero, solamente soy firme en lo que les digo y parece que esto no les gusta. Les incomoda al menos, pues. Aparentemente los infintos registros para que no nos hablen para promover bienes y servicios se los pasan por el arco del triunfo. Considerando esto, pienso que el primer registro debería ser la propia autocensura de los que utilizan el teléfono, el correo electrónico, cuanto medio se ha inventado, para anunciarnos bienes y servicios que francamente en la mayoría de los casos no nos interesan. De hecho, cuando necesitamos o queremos algo, investigamos y conseguimos quién provea de esto que buscamos. Por ello, todo este spam telefónico es fastidioso y solamente muestra la falta de educación que impera en este país que no sirve.

Tidak ada komentar:

Posting Komentar