Minggu, 22 Januari 2012

Todo por servir...


se acaba, y acaba por no servir, dice el refrán. Y esto viene a cuento de la visita que el Papa Benedicto XVI hará a nuestro país (al Estado de Guanajuato en particular), cerca de las elecciones federales. No falta el "analista" que ya da argumentos sobre el voto duro, el voto de los creyentes, y habla ya de si la visita del pontífice beneficiará a un partido en particular. Aquí en México, muchísimos periodistas creen saber todo y si no lo saben, especulan sobre cualquier resultado. Hay quienes dicen A y otros que discurren ~A (no A).

Pero independientemente de si la visita de Benedicto XVI puede o no influir en las elecciones, es claro que hay muchas corrientes que ahora están en contra de que el Papa entre a territorio mexicano. Parte de la oposición es lo que cuesta que un personaje de esta magnitud política aparezca en el escenario local. Por otro lado, esa evidente que la Iglesia Católica va perdiendo mes a mes, año con año, adeptos.

¿La razón? Por una parte que la gente tiene más acceso al conocimiento y ya -en serio- diga lo que diga la Iglesia, menos gente se traga esos cuentos de los milagros, por ejemplo. Antes si había una desgracia natural, pienso en un sismo de grandes magnitudes, la Iglesia podía "reconfortar" a las víctimas. Hoy la gente se entera más se preocupa de si reciben o no ayuda de otros países. Hay más información y además, hay más ciencia. Y la ciencia es el antídoto a las creencias y al oscurantismo en muchísimos casos.

Pero si esto fuese poco, la Iglesia Católica lleva ya una decena de años al menos con la problemática de la pederastía. Es evidente que este asunto ha calado hondo y que ya vemos a los sacerdotes cada vez más como lo que son: seres humanos que se sienten ungidos por la divinidad, pero que actúan como cualquier persona común y corriente y en muchos casos incluso, en contra de la ley, y no la de la Iglesia, sino la de los civiles.

Con este panorama me queda clarísimo que la Iglesia Católica sabe que algo tiene que hacer para tratar de recuperar sus bonos. Y entre las ideas es la de tratar de visitar a países como el nuestro, supuestamente en un 95% católico, para hacerse de más adeptos, para tratar de conseguir la aceptación que por ejemplo Juan Pablo II tuvo en nuestro país (con la anuencia de los medios, desde luego). Y en ese tenor, en el Vaticano se les ha ocurrido ya hace tiempo hacer Santo a Juan Diego, el cual quizás ni siquiera existió. Bueno, esa historia del manto de rosas que lleva la imagen de la Virgen de Guadalupe es como para que se la crean nomás los retrasados mentales, pero en fin. De hecho, ni quiero empezar a decirles toda esa mentira de la virgen morena, que fue meramente manipuladora desde sus inicios.

Con todo esto a cuestas, veo difícil que la aceptación de la Iglesia Católica sea mayoritaria. Y si a esto le agregamos un Papa por demás poco carismático, los ingredientes están servidos para ver como el catolicismo está pasando por un momento espantoso para sus intereses. Evidentemente siendo la Iglesia Católica una institución por demás anacrónica, su acartonamiento y la falta de visión de sus jerarcas, lo están llevando a  empezar a perder todos estos beneficios que por siglos mantuvieron. Las cosas han cambiado. Las viejas reglas e ideas funcionaron pero ya dieron de sí. Por eso creo que en este caso todo por servir se acaba... y acaba por no servir. El mejor ejemplo que encuentro es la Iglesia Católica y valga la expresión, este desangelado Papa.

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