Selasa, 30 Agustus 2011

León Hoyos e Ibarra abandonan el ajedrez competitivo


De acuerdo a la publicación Península Deportiva, el gran maestro Manuel León Hoyos y el todavía maestro internacional (aunque creo ya es gran maestro electo), Luis Ibarra Chami, dejarán el ajedrez profesional. He aquí la nota:

Tiran Manuel León y Luis Ibarra el tablero 
al basurero y optan por estudiar

Se da cuenta de que como ajedrecistas no iban a lograr nada y aceptan estudiar sendas carreras en E.U y en la UADY


Mérida.- Malas noticias para el juego ciencia de Yucatán con las renuncias, simultáneas, a competir como profesionales, de los ajedrecistas yucatecos Manuel León Hoyos y Luis Ibarra Chami, ambos Grandes Maestros y que optaron por abandonar esta actividad para iniciar estudios profesionales en Dallas, Texas y en la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).

Por su lado, el Gran Maestro León Hoyos ha decidido dejar el ajedrez profesional para dedicarse a estudiar una carrera en la Universidad de Texas, en Dallas, aunque se va triste por la falta de apoyo de las autoridades pese a que se encuentra en la elite de ese deporte.

"Solo te llaman para darte reconocimientos, pero no hay apoyos económicos. En los países que dominan el ajedrez sus máximos exponentes son apoyados por las autoridades", afirmó.

En entrevista, Manuel León Hoyos, quien desde las categorías infantiles y juveniles les dio cientos de medallas a Yucatán, sobre todo en la Olimpiada Nacional, es la máxima figura del ajedrez en México, pero está decisión ya no tiene marcha atrás.

Es por ello que Manuel viajará este jueves a Europa para participar en dos torneos, uno en Italia y otro en España, que serían sus últimos dos en el terreno profesional.

"Voy a seguir jugando, pero ya no con la misma ambición, algo así como torneos amistosos o de exhibición", señaló.

De acuerdo a León Hoyos, su vida como ajedrecista ha sido solitaria, ya que se ha visto en la necesidad de viajar sin familiares por el elevado costo de los pasajes y ya se siente cansado de eso.

"Claro que se hacen amigos en el ajedrez mundial, pero no es lo mismo convivir con ellos que con tu familia", aseguró.

Por ello es que decidió aceptar una beca de la universidad estadounidense en donde estudiará Economía, Finanzas o Comercio Internacional.

Dijo que no se ve jugando de nuevo profesional, ya que para ello debe tener tiempo completo para poder jugar entre 15 y 17 torneos al año y entrenar al día hasta ocho horas."No se pueden hacer las dos cosas al mismo tiempo", afirmó.

Manuel se retirará del ajedrez profesional a los 22 años y 2563 de ELO, el mejor rating en México.

Por su lado, Ibarra Chami tampoco lo pensó mucho y decidió dejar a un lado el tablero, ponerlo en el armario e iniciar una carrera universitaria en la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), según informó el presidente de la Asociación estatal de esta disciplina, Javier Herrera Aussín.

De esta manera y con sobrada razón, los mejores ajedrecistas de Yucatán en los últimos 50 años (o más) dejan a un lado esta actividad que les dio satisfacciones y mucho conocimiento del mundo, pero que no les garantizaba, en lo mínimo, un futuro prometedor.

Hasta aquí la nota.

Cabe decir que la decisión de dejar el ajedrez buscando llegar a los altísimos niveles de hoy en día es siempre sensata. Solamente un puñado de jugadores pueden vivir bien del ajedrez. Ahí incluímos a los campeones y excampeones del mundo, por ejemplo, Kasparov, Kramnik, Anand, y quizás una dos docenas más de jugadores que están en la elite. Los demás ajedrecistas de alto nivel no tienen una vida fácil.

Por ejemplo, Fischer llegó a Campeón Mundial en 1972, pero antes no tuvo patrocinios en general y siempre pugno porque los jugadores profesionales cobraran una cuota, una especie de sueldo, simplemente por ir a jugar. Los torneos de Linares, cuando los organizaba el Sr. Rentero, iban patrocinados y si no todos, muchos de los jugadores percibían un "salario" por jugar. De hecho, en las claúsulas del contrato de los jugadores Rentero exigía lucha y si los jugadores empataban rápido sus partidas, el señor organizador no se tentaba el corazón y los multaba.

Hoy día las condiciones para los grandes maestros han cambiado. Antes tener 2600 puntos de rating equivalía a hotel y comidas gratis por el tiempo de duración del torneo. Ahora se necesitan 2650 puntos Elo y si bien les va, les darán habitación gratuita, incluso muchas veces compartida.

El GM Svesnikov alguna vez jugó un torneo abierto en donde quedó del quinto al décimo sitio. Hizo norma de GM, es decir, hizo un resultado de acuerdo con las normas de gran maestro, y recibió un premio de unos 300 dólares, pues otros jugadores empataron con él. Dicho de otra manera, jugar toda una semana por 300 dólares, con una oposición formidable, parece mal negocio.

La decisión de Ibarra y de León no es tan absurda. Es claro que jugar en la elite no es fácil y quizás el único latinoamericano que lo ha logrado es Lenier Domínguez, porque finalmente tiene el apoyo del Estado cubano, pero abajo de Domínguez hay al menos unos 50 jugadores que le quieren pisar los talones en su propio país. En ese sentido Cuba es un país único. Incluso actualmente, en la ex Unión Soviética, los jugadores no tienen la vida sencilla que antes tenían. Ahora hay tantos jugadores, tantos grandes maestros, que no alcanza para todos y hay que meterse en las embravecidas aguas de los torneos y demostrar que se puede navegar entre tanto tiburón de alta peligrosidad, valga la analogía.

Yo quiero creer que tanto León como Ibarra seguirán jugando, ya con menos ímpetu, pero claramente no dejarán el ajedrez. Entiendo que este mundo es de la especialización y a veces aún así, trabajando 12 horas por día de ajedrez, no se puede llegar a ser el mejor del mundo. Además, no hay garantía en ello. Si a esto le agregamos la falta de apoyo real, es decir, becas para poderse mantener enfocado al trabajo en ajedrez, pues la decisión de ambos jugadores resulta incluso natural. Finalmente la vida es más que ajedrez y están en muy buen momento para estudiar una carrera universitaria. Nunca está demás otros estudios finalmente. Yo le deseo la mejor de las suertes a ambos. Manuel y Luis son grandes ajedrecistas y muy buenos amigos. Sé que para ellos "la pasión seguirá intacta", como me dijo alguna vez el estimable MF Sergio Negri.

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(*) Quien escribió la nota me parece que lo hace de mala fe. Decir "Se da cuenta de que como ajedrecistas no iban a lograr nada y aceptan estudiar sendas carreras en E.U y en la UADY", me parece no lo más acertado.
(**) En la foto que ilustra este artículo: Luis Ibarra Chami, el fuerte aficionado yucateco Alayola y Manuel León Hoyos


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