Jumat, 19 Agustus 2011

Los problemas del papa

La Iglesia Católica (lo pongo en mayúsculas por hablar de la institución, pero habrá que ver qué me dice Sandro Cohen al respecto), por siglos, ha sido totalmente intocable. Siempre ha mantenido un gran poder y el hecho de que el Vaticano lo siga teniendo, así como el dinero que tiene, no es coincidencia. Los excesos de la Iglesia católica a través de la historia son de una infamia increíble. La Santa Inquisición, por ejemplo, es uno de los capítulos más aberrantes de la propia Iglesia Católica. En términos reales el poder de la Iglesia es una historia de las más crueles acciones por mantener el poder.

A finales del siglo pasado (me parece peculiar hablar así, pero efectivamente, ya estamos en pleno siglo XXI), empezaron a salir notas periodísticas sobre los excesos de los sacerdotes católicos, particularmente en el abuso de niños y jovencitos. La pederastía, un verdadero crimen sexual, se convirtió en un escándalo para la Iglesia Católica. Notas sobre abusos de sacerdotes eran cosa cotidiana y la verdad es difícil tapar el sol con un dedo. Después saldría el padre Marcial Maciel, de los legionarios de Cristo, que tuvo una vida sexual desenfrenada y tenía hijos regados por ahí, entre otros detalles poco halagüeños para alguien dedicado al sacerdocio.

En 1997, a través de una carta abierta al papa Juan Pablo II, ocho ex miembros de la Legión de Cristo acusaron a Maciel de haber abusado sexualmente de ellos y de que ni la congregación ni otros miembros de la jerarquía católica les habían atendido hasta el momento.

Maciel argumentaba que tenía una extraña enfermedad que los niños podían ayudar a aliviar; que se necesitaba una muestra de semen para un examen y un «ayudante» para extraérselo.

Argumentos increíbles y ridículos para un adulto pensante, pero que fácilmente enganchan a un niño o a un adolescente que confía en el padre y le confiere autoridad moral, que incluso incluye hasta el poder pedirle que haga cosas que él no entiende o no le parece que sean buenas; que confía en que si el padre las dice es que deben ser buenas. Este es exactamente el tipo de confianza que deposita un hijo en su padre natural, quien le da indicaciones de hacer cosas «por su propio bien», aunque «ahora no entiende, pero ya entenderá», etcétera. (en la opinión de María Paloma Escalante (antropóloga)).

Como consecuencia de estas acusaciones, Maciel dejó la dirección de la Legión de Cristo en 2004. Tiempo después Joseph Ratzinger —prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe— permitió continuar la investigación canónica contra él por acusaciones de abuso sexual contra niños así como hacia sus compañeros. En el 2006, cuando Ratzinger ya era papa, anunció el cierre de la investigación sobre Maciel debido a su avanzada edad y quebrantada salud,12 ordenándole el retiro del sacerdocio público para consagrarse a una vida de «oración y penitencia».

El comunicado del Vaticano agregó que la decisión se emitió con la aprobación del Papa Benedicto XVI, «después de estudiar cuidadosamente los resultados de una investigación» del departamento doctrinal de la Santa Sede. Señaló que Maciel había sido «invitado» a retirarse a «una vida reservada de oración y penitencia y a no cumplir con su ministerio público».

El Vaticano no dio detalles de las limitaciones en su comunicado, pero el semanario dijo que la orden afectaba a la actividad pública de Maciel, incluida su capacidad para celebrar misas públicas o dar conferencias, presentaciones públicas o entrevistas. La oficina de prensa de la Santa Sede confirmó la noticia al día siguiente.

Jason Berry, uno de los dos periodistas del National Catholic Reporter13 que hicieron público el caso Maciel en los noventa, publicó el 2 de junio de 2006 cómo los miembros de la Legión de Cristo aún trataban de resistirse al castigo de la Santa Sede contra Marcial Maciel. La postura de la congregación religiosa se conoció en un comunicado en donde aceptaba la invitación de la Santa Sede y reafirmaba su compromiso de fidelidad al Papa y servicio a la Iglesia.

En 2010, la Legión de Cristo reconoció a los hijos y los actos de abuso sexual de Maciel, al tiempo que se desvinculó de la conducta de su fundador. Ese mismo año, la investigación del Vaticano sobre los Legionarios de Cristo reveló que «los gravísimos y objetivamente comportamientos inmorales» de Marcial Maciel habían sido «confirmados por testimonios incontrovertibles».

Desde luego que Maciel no recibió castigo alguno por su comportamiento en términos judiciales. Sin embargo, el hecho de que la Iglesia Católica decida que puede tapar las inmoralidades de sus "agremiados", ante la opinión pública no queda muy bien parada.

De hecho, yo tengo la impresión de que la Iglesia Católica está buscando desesperadamente detener esta caída de la "fe", porque ni ellos ya pueden controlar a las masas. La gente ya no es tan proclive a creer en el castigo divino, en el infierno, en esas cosas. La razón es que todos tenemos más información y podemos cotejar diversas fuentes. Si algo va contra la Iglesia y las creencias es la información y en esos términos me es clarísimo que las religiones han perdido -y siguen perdiendo- cada día más adeptos. De hecho, siempre he creído que la Iglesia Católica ha durado demasiado tiempo.

Por ejemplo, veamos el último capítulo de este último papa, Benedicto XVI. Esta es la nota de El Universal:

Denuncian al Papa y piden su detención en España

  • Varias ONG acusaron al Pontífice de proteger a pederastas y exigieron que sea detenido mientras se encuentra de visita en Madrid

  • Interviene policía en manifestación por visita papal

  • Terminó con golpes la manifestación convocada por más de 140 organizaciones laicas y religiosas

Varias organizaciones de feministas y de homosexuales del País Vasco, en el norte de España, han presentado una denuncia contra el papa Benedicto XVI en la que solicitan su detención "en territorio español" por "encubrimiento de pederastas de forma sistemática y organizada".

Benedicto XVI llegó este jueves a España para participar hasta el próximo domingo en Madrid en la XXVI Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), a la que asisten 1.5 millones de jóvenes procedentes de 139 países.

La denuncia, registrada el pasado día 11 ante el Juzgado de Guardia de San Sebastián y a la que tuvo acceso hoy Efe, alude a los casos de pederastia ocurridos en el seno de la Iglesia Católica y recuerda que "no existe inmunidad de los jefes de Estado sobre actos que representen crímenes de lesa humanidad" .

El texto recuerda que "cualquier tribunal puede ejercer la jurisdicción universal" sobre delitos como "los actos generalizados de tortura, abusos sexuales y encubrimiento de los mismos, apología de la misoginia y la homofobia y persecución por motivos políticos, étnicos, de género o de orientación sexual".

El escrito exige a las instituciones públicas que la Iglesia Católica "deje de recibir dinero público, que a sus agentes no se les permita acercarse a los menores de edad, y que su jerarquía sea investigada por posibles crímenes contra la humanidad".

La denuncia reclama que "se proceda a la detención e ingreso en prisión sin fianza" de Joseph Ratzinger "hasta la celebración del juicio donde se dicte sentencia conforme proceda en Derecho".  

Hasta aquí la nota.

Me llama la atención que en un país como España, católico por tradición, el cual llevó a América al catolicismo, enfrente esta reacción totalmente fuera de lugar considerando que una visita del papa se consideraría un honor y no lo contrario. Esto sin duda habla de que ya hay voces, de cierta importancia, que se oponen a estos excesos de la Iglesia Católica, empezando por el lujo con el cual van a esas visitas de "Estado".

En México, por ejemplo, el Vaticano siempre ha estado contento porque el país le guarda gran respeto y admiración al papa anterior, Juan Pablo Segundo, amén de que México engrosa ls cuentas bancarias del Vaticano, sin lugar a dudas. Tan es así, que ayer llegó un paquete con las reliquias del "ahora beato" Juan Pablo Segundo. Entre ellas hay una gota de sangre que supuestamente era de este señor (cosa que no estoy seguro que pueda mantenerse de manera líquida como parece ser, de acuerdo a un par de fotos que he visto en los medios).  Estas reliquias se llevarán a no sé cuántas iglesias católicas en el país en una peregrinación nunca antes orquestada. Pensemos en esto y observaremos que solamente les parece interesante a los jerarcas de la Iglesia Católica (y probablemente a los creyentes), andar paseando objetos que pertenecieron a un papa que ya se murió. Como es noticia y los medios están ávidos de la misma, se publica, y se ve a más de un prelado cargando con cuidado y cariño inconmesurable esta cajita especial con la gota de sangre como si fuese más valioso que -no sé- una montaña de oro o mejor aún, un triunfo de la selección mexicana de futbol.

Así las cosas en este mundo extraño, en donde poco a poco, me da la impresión al menos a mí, de que las religiones están de capa caída y que además, pienso, no hay forma de revocar esto que les está pasando. La ciencia es el antídoto ante tanta creencia inútil que me parece, ha hecho más mal que bien desde hace muchos, demasiados siglos.

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