Selasa, 26 Oktober 2010

El país de los puentes

Un viejo chiste dice así: "Papá, no quiero ir a la escuela!"... El padre entonces responde: "Debes ir por tres razones: porque es tu obligación, porque tienes 45 años y ¡porque eres el director!". Y esto viene a cuento porque me entero que la Secretaría de Educación Pública no ha decidido aún si el 1 de noviembre se les dará a las escuelas asueto, pues el día 2 de noviembre, día de muertos, cae en martes y bueno, sería un simpático puente dar el día 1.

Para mí el asunto va más allá de dar un día de asueto a los niños. Yo creo que el problema es la percepción que los niños tienen acerca de las obligaciones. En este país ya incluso los legisladores han decidido leyes o reglas para la instauración de días de asueto, de puentes. Para evitar los puentes, es decir, que una fecha festiva caiga digamos miércoles y entonces el puente será "jueves y viernes", se supone que si una fecha cae entre semana, pasa al lunes anterior (o siguiente), así se pierden menos días laborables. Pero la realidad es que pareciera que los legisladores están más preocupados para saber cuándo tendrán día de asueto que para ponerse a trabajar.

Cuando era niño mis padres nos levantaban, a mis hermanos y a mí, para ir a la escuela. No hubo jamás una falta porque mis padres habían tenido una reunión la noche anterior y se habían acostado tarde, o por cualquier motivo. Y no es algo para presumir, es simplemente la actitud hacia la obligación. Se tiene que ir a la escuela, se tiene que ir a trabajar y eso está por encima de quizás algunas diversiones supérfluas que en este país nos ponen a cada rato. 

Otro ejemplo: las empresas muchas veces trabajan medio día en estos días de puente, pero tienen que pagar a sus empleados el día completo, aunque no lo trabajen. La percepción es que es bueno que en este país existan tantos puentes, porque parece ser que nos cansamos mucho y los fines de semana no alcanzan para recuperarnos. Pero sea el pretexto que sea, es claro que así no hay país que avance.

Si a esto añadimos las festividades que se organizan en las instituciones, como en la Ibero, que hay un "día de la comunidad", que se hace en un día de actividades académicas (ni pensar en hacerlo un sábado o domingo), y desde luego, ese día no hay clases. Toda actividad social en la Ibero parece siempre anteponerse a las actividades académicas. Y por ello, la percepción del estudiante en la Ibero es que el asistir a clases no es tan importante. De hecho, muchas veces, aunque la Ibero no dé el puente para una fecha en particular, los alumnos simplemente, en su mayoría, no van a sus cursos. ¿Por qué? Porque no pasa en general nada, porque no importa aprender, sino terminar con un flamante 10 al final del curso aunque no se lo merezca. Aunque haya aprendido apenas para acreditar el curso.

Yo no he contado cuántos días de puente (que deberían trabajarse), hay en México, pero es claro que la actitud de otorgar días de asueto a cada oportunidad disponible no le hace bien a este país, aunque el mexicano promedio se sienta tan a gusto con estas vacacioncitas limitadas.

Recuerdo que cuando llegó la dictadura a la Argentina, entre tantas medidas, quitaron los militares de ese país todas las fechas festivas. Sólo quedó, si mal no recuerdo, el día de la bandera. Los argentinos entre puentes, días festivos y no sé qué más cosas, casi se reventaban dos meses de vacaciones obligadas por las festividades, propias y extrañas.

Obviamente la medida dictatorial no le gusta a nadie pero me pregunto ¿Acaso necesitamos un dictador para poner orden en este desorden espantoso llamado México? ¿Se tienen que cancelar las garantías individuales, la libertad, etc., porque simplemente abusamos y no sabemos usar nuestras libertades? Ahí se los dejo para que lo mediten.

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