El Maestro Rodrígo Pérez, del CCH Sur, me interceptó hace un par de meses en el estacionamiento de un supermercado. Me preguntó si yo era "la Morsa". Asentí. Me comentó que estaba organizando un ciclo de conferencias en el CCH Sur y que le gustaría que fuese a dar una conferencia. Le dije que no había problema. Intercambiamos correos y pronto se comunicó para darme detalles.
En enero de este 2011, se realizó el ciclo "Curiosidad y Discreción Matemática", que se llevó a cabo del 24 al 28 de enero de 2011 en el CCH Sur, aquí en la Ciudad de México, y mi conferencia (que puede bajarse en formato PDF de este enlace), trató precisamente de la "programación lúdica", término que aparentemente acuñé, aunque en Google pueden encontrarse algunas entradas sobre temas similares al que a mí se me han ocurrido.
La cosa es que cuando llegué a mi conferencia, estaba terminando Jorge Volpi, escritor y director del Canal 22 (en donde se produce la Oveja Eléctrica), y hablaba de su libro "En busca del Klingsor". Muy interesante en todos sentidos, particularmente saber que le llevó mucho tiempo escribir esta novela.
Al término de la misma, entré yo para dar mi plática. el auditorio estaba lleno y el tema aparentemente les gustó. Los alumnos rieron al mencionar el cursor irreverente, por ejemplo, que cambia la "manita" de la computadora por la "Britney-señal". Igualmente hablé de Liza, un programa que es capaz de responder cualquier pregunta en lenguaje natural. Platiqué pues de las virtudes de hacer de la programación algo lúdico, dejando un poco de lado la formalidad. De esta manera, se pueden hacer programas simpáticos, que resuelvan un problema por demás trivial, o que hagan algo curioso. Vaya, que le dé a la programación una especie de "nuevo aire", en donde aparte de aprender algo de programación, pasemos un buen rato.
El ciclo en cuestión fue un exito. El viernes 28 de enero, que concluyó, hubo de todo, desde fractales hechos a mano hasta Alicia en el País de las Maravillas (y de lo que Alicia encontró del otro lado del espejo), con alumnos como los personajes de tan notable cuento de Lewis Carroll. Desafortunadamente no pude llegar a la clausura, pero Rodrigo me mandó algunas fotos que les comparto en este blog. Ojalá estos esfuerzos se sigan haciendo y yo me apunto para cualquier otro evento de esta naturaleza.
Con los profesores del CCH
Los alumnos del CCH disfrutando de la conclusión del ciclo de platicas
La Alicia de Lewis Carroll, imprescindible en este evento
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