Soy físico y lo que sé hacer es medir. En la carrera, en la Facultad de Ciencias de la UNAM, estamos obligados a tomar una serie de laboratorios en donde se hacen todo género de experimentos que bien podrían considerarse elementales. Sin embargo, con ellos se busca que los estudiantes aprendan a medir, a entender que toda medición tiene un valor asociado que se denomina "incertidumbre", y que no existe finalmente una medida exacta.
Hay procedimientos matemáticos para hallar la incertidumbre asociada a la medida. Se han desarrollado métodos para ello, como el de mínimos cuadrados, entre otros. Así pues, el medir tiene su ciencia y carreras como las ingenierías son importantes porque nos enseñan cómo medir. El enfoque en esto en ocasiones puede ser curioso a todo esto. Por ejemplo, en la Facultad de Ciencias no pasa mucho tiempo hasta que nos enseñan que todo lo que se mide es afectado por el proceso de medición. Vaya, observar algo afecta lo observado. Por ello, la pregunta filosófica sobre si suena un árbol cuando cae en un bosque, pero no hay quien lo escuche, sigue teniendo vigencia. ¿Cómo es lo observado cuando nadie lo observa? Misterio absoluto o quizás ¿una pregunta sin sentido?
Y todo esto viene a cuento por el fraudulento concurso de Nestlé/Oxxo. Imaginemos el siguiente escenario: usted quiere poner una puerta y entonces decide tomar una cinta métrica y medir el largo y ancho del hueco en donde estará la puerta. ¿Qué hace? toma la cinta métrica y mide el ancho y el largo ¿verdad? ¿cuántas veces hace esto? ¿Una sola vez? Lo dudo. Probablemente mida un par de veces más y anote las medidas obtenidas. Quizás, por el tipo de medición que tiene que hacer, la incertidumbre asociada sea muy chica (por ejemplo, si su cinta métrica mide hasta milímetros, entonces la incertidumbre asociada será en términos generales la mitad de la mínima escala que tenga -en este caso medio milímetro). Por ello mediciones como la que menciono resultan muy simples de hacer y con un margen de error bajo. Sin embargo, cabe decir que sigue habiendo una incertidumbre asociada a la medición que además no es posible quitársela. Es parte del mundo físico. Así es el mundo en el que vivimos y no hay nada que hacer para evitar esto.
Ahora bien, en el asunto del auto Beetle que llenó la empresa Merkaprom con vasos de 20 oz. ¿Cómo hizo ese llenado? En la primera junta que tuve con ellos, ver aquí, admitieron que no siguieron ningún procedimiento ni metodología para llenar el auto. Esto, como ya he dicho, viola las reglas de la promoción, porque se trataba de hallar cuántos vasos caben en un beetle, no cuantos vasos metió la gente de Merkaprom en el mismo (si el concurso tratara de esto debería estar sancionado por SEGOB como concurso de azar y no de habilidad). Pero además, resulta que esta gente de la agencia de promociones no parece entender que en el peor de los casos, habría que haber metido dos o tres veces los vasos al coche a ver si otra disposición les hubiese dado un número mayor de vasos dentro del automóvil. Pero no hicieron nada de esto. En un acto de ignorancia absoluto sobre cómo medir, se quedaron con un primer llenado, en donde metieron los vasos al azar en lugar de maximizar la cantidad de vasos dentro del auto, minimizando los espacios entre ellos.
A mí me queda claro que la ciencia, el método científico, el razonamiento con tendencias a la objetividad (porque no existe la objetividad completa, siempre hay un sesgo), es lo que nos ha dado en muchos casos las comodidades y ventajas con las que vivimos todos los días. Vaya, tenemos electricidad que tiene un voltaje determinado; medimos nuestro consumo de agua y luz (en litros y watts); compramos litros de leche, o kilogramos de fruta, medimos los signos vitales, el pulso, la presión arterial, etc. Ignorar estos asuntos no es entender que el mundo moderno habla todos los días de medidas y que por ende, debemos estar atento a ello. Vaya, medimos todo el tiempo y pagamos por consumir productos que se nos dan con ciertas mediciones. ¡Incluso medimos el tiempo! No es ciencia espacial. Es cosa de todos los días.
Así pues, mientras más lo pienso más me doy cuenta del fiasco de promoción que hicieron en Nestlé. Ahora ya la situación está en la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), pero que quede claro que no me voy a dejar. Yo no encuentro argumentos que refuten lo que he dicho sobre los errores que convirtieron esta promoción en un fraude espantoso. En los próximos días esto habrá de aclararse y resolverse. En alguna forma de nuevo estaré midiendo: ahora al sistema en el que vivimos. Veremos cuáles son sus límites.
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Rabu, 25 Januari 2012
Senin, 23 Januari 2012
Una comunicación más de atención a clientes de Nestlé
Hace pocos minutos apenas, Salomé Fernández, responsable de Atención a Clientes de Nestlé, me habló por teléfono. Me dijo que me hablaba para decirme que seguían en el asunto y que estaban buscando que se arreglaran las cosas con respecto al probolema de la promoción oxxo/nescafé. Le dije de la junta de hoy con Merkaprom y me comentó que ya estaba enterada. Le dije también que me parecía de una grosería abismal (no lo dije así, pero casi), que el director de Nestlé México, el Sr. Juan Carlos Marroquín, no hubiese sido capaz siquiera de contestarme con una negativa mi solicitud de cita que había hecho con él. Me pidió una disculpa y me hizo la observación de que ella estaba siendo la responsable de dar este seguimiento.
Cabe decir que Salomé Fernández fue la que me dijo el día 2 de enero, por teléfono, que de acuerdo al análisis de la evidencia sobre el tema, el concurso se había hecho todo en tiempo y forma. Exactamente lo que pasó esa vez lo narré aquí. Como le dije que me estaba mintiendo, me repitió lo mismo ad nauseum. Finalmente me colgó el teléfono. Esperemos que cambien las cosas y pienso que algo ha pasado, más allá de mi queja inicial, porque estoy viendo como que hay otra actitud. ¿será?
Promoción fraudulenta oxxo/nescafé: la junta de hoy
Hace un par de horas me reuní con la agencia de promociones Merkaprom, en donde me darían ya alguna respuesta sobre el problema suscitado por haber hecho una promoción por demás fraudulenta. Estuvo Virginia López y Jesús Lozano, los cuales quisieron informarme en viva voz que Merkaprom había decidido que Profeco fuese la autoridad que decidiera quien tiene la razón.
De acuerdo a lo que me dijeron, ya la propia Profeco había tenido una primera comunicación con la gente de Merkaprom y que esperaban que la Procuraduría Federal del Consumidor agilizara el asunto para terminar de una vez por todas con toda esta problemática.
Por mi parte me parece muy bien. Asumo que en algún momento se tendrá una reunión con los de Merkaprom y la Profeco y se intentará ver cómo se concilia este asunto. Yo sólo espero que la decisión de la autoridad, en este caso Profeco, sea la justa. Seguiremos informando en la medida que haya más información.
De acuerdo a lo que me dijeron, ya la propia Profeco había tenido una primera comunicación con la gente de Merkaprom y que esperaban que la Procuraduría Federal del Consumidor agilizara el asunto para terminar de una vez por todas con toda esta problemática.
Por mi parte me parece muy bien. Asumo que en algún momento se tendrá una reunión con los de Merkaprom y la Profeco y se intentará ver cómo se concilia este asunto. Yo sólo espero que la decisión de la autoridad, en este caso Profeco, sea la justa. Seguiremos informando en la medida que haya más información.
Jumat, 20 Januari 2012
SuperMorsa (artículo de Pepe Gordon)
Pepe Gordon , buen divulgador de temas científicos y culturales, pero mejor amigo, ha escrito esta reflexión sobre los problemas que he enfrentado últimamente, ya sea con Santander, la delegación Benito Juárez o la fraudulenta promoción Oxxo/Nescafé. He aquí lo que escribió en la sección cultural del periódico Reforma. Agradezco desde aquí este artículo a Pepe Gordon, muy buen amigo:
EL CUADERNO VERDE
SuperMorsa
José Gordon
20 Ene. 12
Parecen salidos de la serie de televisión The Big Bang Theory. Están disfrazados de superhéroes y recorren las calles de Nueva York y varias ciudades de Estados Unidos. Sus nombres de batalla son Zero, Short Cut o Dark Guardian. Ellos mismos confeccionan sus atuendos que surten un efecto inesperado en quienes los ven. La intención es ayudar a combatir el crimen o llevar a cabo tareas comunitarias de apoyo a los indigentes. También reparten juguetes a los niños en los hospitales.
Se organizan y patrullan la ciudad armados de radios de comunicación y celulares, con la idea de que su presencia dificulta que los ladrones puedan actuar a sus anchas. Dice uno de estos superhéroes: "Cuando entro en el vecindario, los delincuentes se van porque ven el traje. Yo simbolizo que la gente promedio no tiene por qué caminar alrededor, ver las cosas malas y no hacer nada al respecto"
Por supuesto, ante el cinismo del mal, en un entorno terriblemente descompuesto, podrían pagar caro por su bondad e inocencia (por más que tengan celulares). Incluso podrían ser asesinados, pero son un síntoma del deseo de no dejar que lo incorrecto funcione por inercia.
Hay ejemplos interesantes, en otros ámbitos, de la resistencia a los abusos diminutos -que generan gota a gota un entorno infame- y a los que parece que debemos resignarnos. Este es el caso de mi amigo el físico Manuel López Michelone, alias La Morsa, que se resiste a que las burocracias de las grandes empresas nos aplasten.
¿A quién no le ha llegado una revista gratuita -ligada a un servicio de cable o de teléfono por el que ya nos cobran- para enterarnos luego de que tenemos que jugar a la defensiva? De repente vemos que al siguiente mes la revista ya no es gratuita. Cuando reclamamos nos dicen que nuestra obligación es darnos de baja de una revista que no solicitamos. En estos casos, La Morsa es un personaje que no se deja. En su blog (http://la-morsa.blogspot.com), documenta -entre textos interesantes sobre ajedrez, cine, ciencia y computación-, sus aventuras kafkianas con el Banco Santander, por ejemplo. Resulta que recibió una tarjeta de membresía Premier como cortesía por mantener bien su saldo en la cuenta bancaria y pagar siempre a tiempo. La Morsa dice con ironía que lo que en realidad significa esa tarjeta es que "se puede hacer menos cola en los bancos pues hay una ventanilla etiquetada 'Premier', para que no te tengas que juntar con la prole". Al siguiente mes tuvo un cargo de 220 pesos por el uso de la membresía. Se comunicó al Banco para quejarse. Le dijeron que tenía que acudir a la sucursal para aclarar la situación. La Morsa contestó que a él no le pagan por el tiempo que no trabaja. ¿El Banco iba a pagar la hora que perdería? Finalmente le dijeron que se podría resolver su caso por teléfono y le devolverían su dinero. Al mes siguiente volvieron a repetir el cargo. La Morsa no quitó el dedo del renglón. Terminaron pagándole sus cargos con todo e intereses compuestos. Lo recibido prácticamente no era nada. Se trataba de una cuestión de principios.
En estos días este especie de ombudsman del consumidor está luchando de nuevo contra las simulaciones y la desatención. Participó en un concurso auspiciado por Nestlé/Oxxo, para calcular cuántos vasos de café de 20 onzas le caben a un Beetle. Supuestamente 1110 vasos, pero La Morsa dice que no. Su cálculo está 35% por encima del premiado. Tal parece que se trata de una estimación hecha por un físico contra un descuidado "ojímetro", en el mejor de los casos. El fallo, dice La Morsa, fue dado con bases que no se cumplieron en tiempo y forma. Las quejas del físico no han sido realmente atendidas. Le dan el avión. La Morsa plantea que su reclamo no es cuestión de dinero, se trata de establecer lo correcto, de que se cumplan las reglas del juego. Es es una tarea para un personaje que no soporta las mentiras en cualquier ámbito incluso los que se consideran irrelevantes. No obstante, lo importante es lo que logra y simboliza.
pepegordon@gmail.com
Selasa, 17 Januari 2012
Sobre la verdad y la mentira
Con este asunto de la promoción fraudulenta oxxo/nescafé, y en particular con el episodio con al abogada Cynthia Escoffie Caballero (Cédula profesional 4701478; Licenciatura en Derecho por la Universidad Tecnológica de México), me puso a pensar en lo que realmente significa la verdad y la mentira. La razón de esto es que esta profesional, que lidia con estos términos a diario, no parece reconocer las mentiras en las que ha incurrido por defender a la empresa en la que trabaja. Por ello mismo, me es claro que no tiene la mínima ética profesional.
La verdad es, de acuerdo a la Wikipedia, abarca desde la honestidad, la buena fe y la sinceridad humana en general, hasta el acuerdo de los conocimientos con las cosas que se afirman como realidades: los hechos o la cosa en particular;1 así como la relación de los hechos o las cosas en su totalidad en la constitución del TODO, el Universo.
Para el hebreo clásico el término `emuná significa primariamente «confianza», «fidelidad». Las cosas son verdaderas cuando son «fiables», fieles porque cumplen lo que ofrecen.
El término no tiene una única definición en la que estén de acuerdo la mayoría de los estudiosos y las teorías sobre la verdad continúan siendo ampliamente debatidas. Hay posiciones diferentes acerca de cuestiones como:
- Qué es lo que constituye la verdad.
- Con qué criterio podemos identificarla y definirla.
- Si el ser humano posee conocimientos innatos o sólo puede adquirirlos.
- Si existen las revelaciones o la verdad puede alcanzarse tan sólo mediante la experiencia, el entendimiento y la razón.
- Si la verdad es subjetiva u objetiva.
- Si la verdad es relativa o absoluta.
- Y hasta qué grado pueden afirmarse cada una de dichas propiedades.
Puede este tema, sin duda, ser muy estudiado al más profundo nivel filosófico, pero es evidente que podemos reconocer verdades y mentiras con las que lidiamos todos los días. Basta leer la prensa para darnos cuenta cómo los políticos buscan torcer la verdad, la mentira, y ponerla de manera tal que le hagan creer al electorado, esa bestia de millones de cabezas, que son personas ideales para salvar al país, para ahora sí hacerla, para sacar del subdesarrollo a México, etc. Aunque en el fondo todos sepamos que buscan el poder, lo cual les dará en este país bananero, todo género de riquezas que no se podrán acabar en varias generaciones. Lo sabemos todos y simplemente lo dejamos pasar. Somos indolentes ante tanta mentira.
La mentira -recurriendo a la Wikipedia de nuevo- es una declaración realizada por alguien que cree o sospecha que es falsa en todo o en parte, esperando que los oyentes le crean, ocultando siempre la realidad en forma parcial o total. Una cierta oración puede ser una mentira si el interlocutor piensa que es falsa o que oculta parcialmente la verdad. En función de la definición, una mentira puede ser una falsedad genuina o una verdad selectiva, exagerar una verdad o incluso la verdad, si la intención es engañar o causar una acción en contra de los intereses del oyente. Las ficciones, aunque falsas, no se consideran mentiras. Mentir es decir una mentira. A las personas que dicen una mentira, especialmente a aquellas que las dicen frecuentemente, se las califica de mentirosas. Mentir implica un engaño intencionado, consciente, y estudios demuestran que el ser humano tarda más mintiendo que diciendo la verdad.
Por ende, es claro que la representante legal de Merkaprom, que supondría, habrá estudiado más profundamente sobre la verdad y la mentira, cumple cabalmente como mentirosa. Engaña intencionadamente. Lo hizo conmigo indicando que la promoción nescafé/oxxo se había llevado de acuerdo a las reglas en tiempo y forma. Cosa falsa totalmente.
Y me pregunto, ¿qué los abogados no hacen una especie de juramento hipocrático? en la Facultad de Ciencias de la UNAM, cuando se recibe alguien, le hacen jurar que respetará las leyes de la física, aunque claro, no hay manera de no respetarlas. Es evidentemente una broma que en muchas ocasiones se dan permiso los sinodales al terminar la tensión que sufre un estudiante que va a recibirse.
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