Senin, 19 Juli 2010

La moda de la tercera dimensión


Hace unos años nos prometieron la televisión en Alta Definición (HD - ¿Harta Definición?), pero pasaron quizás una década hasta que se empezó a popularizar el uso de esta tecnología. Las pantallas planas ya se ven por todas partes y no es sorprendente encontrar pantallas de 42 pulgadas en las salas o recámaras de muchas casas dentro de la ciudad de México. Ni qué decir de restaurantes y bares, que antes o ya sea por culpa del Mundial, se hicieron de estas televisiones de alta resolución para atraer más clientes.

Las pantallas de HD son aún costosas, aunque los precios siguen bajando y poco a poco se van haciendo más accesible al grueso de la clase media (clase pobre alta, diría mi amigo Isidro). Sin duda la experiencia de este tipo de imágenes contra las que nos podían dar los cinescopios normales es francamente notable.

Pero parece que esto no es suficiente. Ahora ya están saliendo al mercado las pantallas con tecnología 3D, las cuales permiten ver la televisión con profundidad. Para ello se necesita usar aún lentes polarizados y además, que la señal que envía la TV sea en 3 dimensiones, es decir, que sean específicamente imágenes para sacar provecho de esta tercera dimensión.

Yo tuve oportunidad de ver hace un par de meses un fragmento de una película de animación en tres dimensiones en una de estas televisiones HD. Estaba en una tienda de electrónica y ahí me puse los lentes, que son estrictamente polarizados para dejar pasar ciertas frecuencias y otras no. El lente izquierdo deja pasar cierto tipo de luz, el derecho otro y el cerebro entonces percibe dos imágenes que pega y se genera la profundidad, la tercera dimensión.

Cabe decir que hace muchos años, esto de la tercera dimensión ya se entendía. Se usaban entonces lentes rojos y azules (cada ojo con un color), de forma que había comics que estaban impresos en dos tintas, desfasados unos seis grados (como la distancia que hay de ojo a ojo), y entonces se generaba este efecto de profundidad.

En el cine también se han puesto de moda las películas 3D: Toy Story, Avatar, Mi Villano Favorito, entre otras. Todas ellas requieren del uso de anteojos para poder provocar el efecto. El inconveniente mayor es que el cerebor es quien hace el trabajo de fusionar las imágenes para crear este efecto de la tercera dimensión, de la profundidad en una pantalla que originalmente es de dos dimensiones, es decir, plana, por lo que estas películas no son muy largas, o no deberían serlo, pues ponen al cerebro a hacer un trabajo extra. Para muchas personas las películas en 3D les dan al final del día jaqueca, provocado por el esfuerzo extra al tener que hacer este trabajo de fusionar las imágenes y generar, por decirlo de alguna manera, la tercera dimensión.

Yo creo que esta moda desaparecerá, o será una opción alternativa, pero tengo mis más serias dudas que se imponga en el cine y en los medios audiovisuales. Pienso que mientras se necesiten lentes para poder ver este tipo de películas, el sistema no pasa de ser una simpática curiosidad, vestida con la tecnología moderna, con lentes polaroid especiales, etc., pero que en el fondo no podrá brincar esa limitación a menos que salgan televisiones que no requieran de anteojos y entonces sí, mi opinión cambiaría notablemente. Mientras tanto, dudo que este tipo de 3D se convierta en algo cotidiano.

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