Selasa, 25 Mei 2010

Nueva tarjeta de circulación, nuevo impuesto.

A mí no me queda ninguna duda el saber que cuando el Gobierno local, Federal o Municipal, necesita más dinero de los contribuyentes, busca cargarles el costo a los que tienen automóvil. La cuestión es fácil de decidir: hay unos 3 millones de automóviles particulares en el Distrito Federal y si buscamos un trámite nuevo, una obligación sacada de la manga, entonces los gobernantes miran al parque vehicular, el cual parece ser una especie de mina de oro.

Cabe señalar que en la ciudad de México, se puso un impuesto en 1968, para pagar las Olimpiadas de verano. Dicho impuesto, dijeron los que gobernaban, sería solamente por dos años. Pues bien, llevamos 40 años más pagando este impuesto que a todas luces no debería siquiera existir. Ante el reclamo popular, ya algunos Estados han derogado dicho impuesto pero en el DF no se ve para cuando. La razón de no quitarlo es demasiado simple: es mucho dinero el que les deja este impuesto y pues no se ve sensato, desde la óptica gubernamental, quitarlo.

Más tarde, cuando la ciudad de México tuvo un serio problema de contaminación ambiental, el sesudo gobierno implantó la medida de la verificación, amén de etiquetar los autos para impedirles salir un día a la semana de acuerdo a su número de placa. El programa "Hoy No Circula", se aplicó a raja tabla, a pesar que programas similares se hicieron en otros países con resultados lamentables. Por una parte, ante la medida, mucha gente compró un auto de segunda mano para poder circular todos los días. Así, el parque vehicular aumentó sin control. Por otra parte, la verificación semestral cuesta unos 250 pesos y hay que hacerla. Hubo, desde luego, todo género de corruptelas. Hubo centros de verificación en donde todos los automóviles pasaban sin dificultades aunque no cumplieran con la norma ambiental, todo por una "mordida". Y así, nos encajaron un impuesto extra, porque es claro que esto es un mero negocio más del gobierno capitalino.

Otra puntada fue el querer obligar a los automovilistas a pagar un seguro de automóvil, como en los países del primer mundo. el llamado SUVA, que fue muy criticado, que además, era un seguro en donde la cobertura era limitadísima. Ese esfuerzo no prosperó.

Tiempo después salieron con el RENAVE (Registro Nacional de Vehículos), el cual sería una base de datos en donde estaría toda la información de los automotores de la ciudad de México (y no sé si del país). Había que pagar una tarjeta con chip, por unos 240 pesos, me parece. Todo iba "sobre ruedas" (me gustó la analogía) hasta que salió el flamante director del RENAVE, el cual resultó ser un torturador de uno de los tantos regímenes militares en Argentina. El personaje en cuestión se dio cuenta que había sido descubierto y decidió regresar a su país de origen. El avión hacía escala en Cancún y ahí fue detenido por las brillantes autoridades mexicanas. ¿Cómo se enteraron de que Cavallo saldría del país? Porque el ahora encarcelado contestó la llamada de un periodista y se escuchaban sonidos del aeropuerto como música de fondo. Eso le dio la pista a alguien y entonces hallaron que el director del RENAVE estaba huyendo del país. Finalmente esa jugada del destino lo mandó preso y creo que aún sin estar sentenciado. El RENAVE, después de todo este circo, se murió poco a poco. Sin embargo, el entonces Jefe de Gobierno del DF, Andrés Manuel López Obrador se inventó un RENAVE gratuito y recuerdo perfectamente que fui a hacer los trámites al respecto de esto. ¿Qué pasó con ese registro? Misterio.

Pues bien, por si todo lo anterior no fuese sino una historia de ver cómo se le saca más dinero al contribuyente, acaban de salir con la puntada de una nueva tarjeta de circulación inteligente, con "chip", lo cual va a dar seguridad jurídica a los automovilistas, de acuerdo al cretino funcionario encargado de esto. Según él, la medida no es recaudatoria, aunque para todos los demás, sí lo sea. Miren ustedes, si la medida es importante para llevar un padrón vehícular, para tener control sobre los autos en la ciudad de México, más que para hacer otro lindo negocio, entonces ¿por qué cuesta 220 pesos la novísima tarjeta de circulación? ¿eso cuesta acaso la tarjeta "inteligente con chip"? Evidentemente no. De hecho, si uno se va al Centro de la ciudad, a la parte de las tiendas para los aficionados a la electrónica, encontrará que estas tarjetas, para hacer experimentos y proyectos de electrónica oscilan entre los 5 y 20 pesos. Así entonces, ¿por qué nos cobran 220 pesos que además, habrá que pagar cada 3 años? ¿Así que no es recaudatoria? De verdad es que estos funcionarios del gobiernos son unos mentirosos a ultranza y con su cara de piedra pueden asegurar que el cielo es rosa mexicano con la certeza de que 1+1 es igual a 2.

A pesar de las críticas en los medios impresos y electrónicos, ya me quedó claro que nos han metido un impuesto más. Quiero creer que todo tiene un límite. ¿Cuántas más cosas pretenden cargarle a quien necesita un auto para moverse en esta ciudad? Yo creo que cada día se están quedando con menos margen de maniobra, aunque me parece que quizás peco de demasiado ingenuo.

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