Todo se vale

La frase que da título a este artículo aparentemente es palabra sagrada para los publicistas. En su afán de anunciar como algo maravilloso cualquier producto, son capaces de decir todo género de mentiras. Veamos un par de ejemplos:

1. Escucho en la radio un anuncio sobre el Chevy 2011. El locutor dice: "este auto -en su edición especial de este año, el Chevy 75, viene ahora con mayor dinámica en el manejo" (las cursivas son mías). ¿Perdón? ¿Qué es eso de mayor dinámica en el manejo? Como esta versión de Chevy no viene ahora quizás con estéreo, con asientos de piel, o con algo nuevo, entonces viene AHORA con mayor dinámica en el manejo. Esa frase es una idiotez completa. No dice nada. ¿A quién se le habrá ocurrido?
2. Escucho también en la radio: "¿Qué haces mamá?", dice una voz relativamente juvenil. Contesta una voz de más edad: "Aquí escuchando sobre la propuesta de la policía única". La primera voz: "¿la de la propuesta del presidente?", pregunta. Responde la otra: "Sí, ahora tendremos algo así como la Policía Federal, pero más preparada y más honesta" (las cursivas son mías)... ¿Perdón? No entendí bien. ¿Más honesta? ¿Pues de cuando a ahora la honestidad tiene grados? Yo hasta donde entiendo: se es honesto o no se es. No se es "medio honesto", ¿verdad? En breve, ¿a quién se le ocurrió semejante diálogo para ser publicitado en la radio?

En le primer caso se quiere vender un objeto, en este caso un auto, un Chevy, al que aparentemente se le tiene que otorgar una propiedad extraña, como la de una mayor dinámica de manejo, porque es el mismo auto que han vendido antes. Digamos que el publicista entendió que no basta ya con decir que es 2011, sino que hay que buscar algo más, porque sino, como que nos quieren vender más pan con lo mismo, ¿no es así?

En el caso segundo, evidentemente el Gobierno sigue con su idea de que los habitantes de este país son todos imbéciles. Es claro que yo no soy el mercado de ese anuncio, es decir, no está pensando en gente como yo, pero la verdad es que raya en la estupidez y en el aceptar tácitamente que los mexicanos nos tragamos todos.

Pero parece, repito, que TODO SE VALE, con tal de vender una idea, un bien, o lo que sea.